Este fin de semana se ha disputado en Mérida una nueva edicion de una prueba llamada 67 millas romanas. Hasta dicha localidad nos desplazamos seis amigos dispuestos a hacer esta prueba y aprovechar de paso para realizar un poco de turismo por esta ciudad que al estar tan alejada de nuestra Murcia natal ninguno conociamos y que esta plagada de monumentos historicos y que merecen mucho la pena ver y conocer.
Como la prueba era el viernes decidimos ver todo lo posible el jueves ya que despues de hacer 100 km suponiamos que no estariamos para hacer mucho turismo y la verdad que fue espectacular ver el centro historico de Merida con todas sus ruinas, el acueducto, el teatro, el puente que cruza el rio Guadiana espectacular.... Siempre hay un dicho que ronda mi mente, no importa donde, sino con quien. No importa estar en un lugar que no sea especialmente bonito porque si la compañia es buena el momento se convertira en especial sin importar nada más. En este caso tenía las dos cosas, buenos amigos y buen lugar, por tanto nada podía estropear que pasasemos un bonito fin de semana, y así fue.
Tras una noche y un dia de risas llegó el momento para el que habíamos hecho 700 kilometros. Las 9 de la noche en Mérida, 400 personas dispuestas a poner a prueba su fortaleza física y mental sin ningún objetivo mas allá que el de proponerse un reto y conseguirlo. Para ello, tal y como ocurre a diario en esta vida pasarás por momentos buenos y por otros no tan buenos, pero si deseas ese objetivo y estás dispuesto a luchar por él, al final lo consigues.
Fotos antes de salir, animos, sonrisas, dudas, nerviosismo, todas las emociones se juntan momentos previos antes de la salida, y ahí vamos, llegan las nueve y las emociones a flor de piel, el público aplaude y no puedes evitar que se te ponga el bello de punta. Empiezas a correr, un poco para soltar adrenalina, todo son risas y buenos momentos, lo duro vendrá despues y habrá que estar preparado. Los kilometros van pasando y ya es noche cerrada, y para mi gusto que la mayoria de la prueba sea de noche será un obstaculo más, pero estoy convencido de que haré todo lo posible por conseguir mi objetivo.
Hasta el kilometro 27 todo va sin incidencias, todos con buen ánimo y sin ningun problema físico. A partir de ahora empezaría lo duro. Las nubes ya no dejaban ver ninguna estrella en el cielo, se preveian lluvias y parecía que los pronósticos se iban a cumplir y nos mojariamos esa noche. No me importaba, sabía que podía pasar y estaba preparado para ello físico y mentalmente. La segunda parte del circuito constaba de una subida de unos 8 kilometros que hicieron florecer los primeros problemas del grupo. Dos miembros del grupo empiezan a cuestionarse si es necesario sufrir por nada, y eso empieza a afectar mentalmente a todos los miembros del grupo.
En estas pruebas no es tan importante la fortaleza física sino la mental. Para mí no es una simple prueba, para mí era una prueba de que si uno quiere puede conseguir lo que desee y así se demostró. LLegamos al kilometro 55, los dos compañeros deciden retirarse tras ir todo el tiempo mermando la fortaleza mental del resto del grupo consiguiendo que con ellos abandonen tambien otros dos compañeros que además fisicamente estaban ya muy mal.
Ellos dos habían dado todo lo posible y no habían podido conseguir el objetivo, pero habían dado todo lo posible, prueba de ello es que al dia siguiente tenían su cuerpo destrozado y apenas podían andar. Para mí eso ya es un reto conseguido, has hecho todo lo posible aunque no hayas podido conseguirlo, pero lo has intentado. Sin embargo, los dos primeros no estaban mal fisicamente, simplemente no querían esforzarse. Al dia siguiente, no tenían ninguna molestía. Solo continuamos dos en carrera, por delante 45 kilometros y la lluvia y el viento nos estaban haciendo sufrir mas de la cuenta, pero seguimos adelante.
Los kilometros seguían avanzando, costaba pero ibamos adelante. Fisicamente bien y mentalmente mejor. La lluvía para aunque sigue el viento. Ya solo nos quedaban 30 kilometros. Son las 1o de la mañana aproximadamente. Parece que todo va bien y la meteorologia nos respeta. Pero no todo iba a ser tan fácil, las piernas empezaban a doler demasiado, y los kilometros bajaban más despacio. Era la hora de llamar a personas con las que te gustaría hablar y que te animen y te hagan sacar una sonrisa para que los pases se te hagan mas faciles. Así fue, unas sonrisas, el dolor se olvida y seguimos adelante.
Parecía que el objetivo se acercaba, lo podía tocar con mis manos, ya solo quedaban 17 kilometros, pero ahí empezo lo realmente duro. Comenzo a llover de nuevo, no mucho, pero suficiente para ir calado y el viento nos soplaba en contra. Se rompe el chubasquero, sabía que eran 17 km y podía con ellos, pero todo iba en contra. No hablaba con mi compañero, no teniamos ya ni fuerzas para ello, decido ponerme musica pero no me consuela y hasta tengo ganas de llorar del sufrimiento. Intento no pensar en ello, recuerdo momentos que he vivido o videos que me motivan y poco a poco lo voy consiguiendo, pero sigo pensando que al llegar a meta lloraré como un niño. Ahora me rio al pensarlo, pero os prometo que era asi, y asi lo sentia. Conseguimos llegar al ultimo avituallamiento, solo nos quedan 10 km, ahora ya si que si, nos llaman los demas compañeros que nos esperaban en meta para animarnos los ultimos metros y hace que te animes un poco. Mi compañero va peor que yo, no podía apenas andar, yo me encontraba mejor, intentaba animarlo, el objetivo ya estaba conseguido, solo era andar como fuese una hora y media mas aproximadamente.
Al empezar a ver Merida me entra un subidon de energia, los pies me duelen como si pisase sobre fuego pero no me importa, iba a conseguir un objetivo. Entramos por las calles de Merida, ultima subida y al empezar a bajar nos abrazamos mi compañero y yo, habiamos llegado, habiamos conseguido nuestro objetivo a pesar de todos los obstaculos allí estabamos. Seguimos, nuestros amigos nos esperan, sonries, ya no duele nada y las ganas de llorar se han borrado. Cruzamos meta, sellamos el ultimo punto de control y recibimos un trofeo de reconocimiento por haber terminado. Pero ese no era el premio por terminar esta prueba. Al terminar la prueba los dos primeros amigos que decidieron retirarse estaban allí, arrepentidos de no haber luchado por el objetivo sin esforzarse. Porque quizás se puede ver como que es una simple prueba deportiva, sin mas, pero no. Es un objetivo más en está vida, y como en todos ellos hay que luchar para conseguirlos, nadie regala nada, y cada dia es una nueva prueba en la que hay que superarse. Vas a pasar momentos malos, y momentos buenos, pero al final al conseguir el objetivo habras demostrado tu fortaleza y te habras demostrado a ti mismo que puedes conseguir lo que deseas, y sino lo consigues, al menos habras hecho todo lo posible.
Para mí reto conseguido, espero que mis amigos hayan visto que uno no puede abandonar un objetivo sin al menos intentarlo luchar por conseguirlo. Sin duda el mayor musculo del cuerpo es la cabeza, si eres fuerte mentalmente seras fuerte fisicamente.
Cada dia tendras un objetivo, y cada objetivo cumplido sera un paso mas hacia delante en esta vida.
lunes, 16 de abril de 2012
lunes, 2 de abril de 2012
Escoge el buen camino
Soy un luchador nato. La vida me ha enseñado a luchar por y para conseguir las cosas que quiero o deseo. Este hecho me ha llevado a obtener muchas alegrias en mi vida y a la vez muchas tristezas instantaneas por no haberlo conseguido pero que con el tiempo se vuelve sabiduria. Has aprendido a luchar por algo, has dado todo de tí para que así fuese, y al final esa tristeza se trasforma fortaleza ya que no has conseguido lo que deseabas pero al menos tu has hecho todo lo posible para que así hubiese sido.
Actualmente, como no puede ser de otra forma, ya que mi forma de vivir la vida se basa en superarse cada dia, tengo numerosos objetivos, cosas que desearía tener o momentos que me gustaría vivir. Unos más factibles y cercanos, otros en los que ya llevo muchos años luchando.
Uno de ellos es en una prueba de resistencia que consiste en intentar hacer 100 kilometros a pie antes de 24 horas. Para ello cada dia entrenamos para conseguirlo entre 2 y 5 horas. No es para mi una obligación, disfruto subiendo cada montaña, de cada vista desde lo alto y de la naturaleza. Este hecho me sirve para explicar un hecho que estoy viviendo con alguno de estos objetivos en mi vida.
Normalmente subo muchos senderos sin saber donde llegan, pero esperando que el final compense el duro ascenso y a su vez surjan nuevos caminos y senderos que me permitan seguir descubriendo recorridos. Pero hay veces que vas esforzandote y conforme vas subiendo ves que ese camino no lleva a ningun lado y te encuentras con un cruce de caminos. Uno va hacia arriba, hacia donde tu quieres ir, pero sabes que no lleva a ningun lado. Sin embargo hay otro que va hacia abajo, en principio no quieres ir hacia allí, pero quizas despues de este camino fácil puedas encontrar algo nuevo que haga que coger este camino haya sido la decisión correcta.
Este es el punto en el que no saber escoger el camino correcto nos lleva a desilusiones y a pasar malos momentos en la vida real. Muchas veces seguimos obscecados en algo o incluso en alguien que sabemos que eso no nos lleva a ningún lado, pero aún asi sigues por el camino equivocado. Y sin duda, tan importante es saber luchar y hacer todo lo posible por algo, como a su vez darse cuenta de que ya has hecho todo lo posible, escoger otro objetivo y siempre te quedará la satisfacción de haber hecho todo lo posible. En la vida como en la montaña, escoger un nuevo camino, que aunque no teniamos planificado, surge ante nosotros, es importante. No sabemos a donde nos llevará, pero como mínimo nos hará descubrir algo nuevo, inesperado, que nos abrirá un mundo de nuevos retos y posibilidades.
Actualmente, como no puede ser de otra forma, ya que mi forma de vivir la vida se basa en superarse cada dia, tengo numerosos objetivos, cosas que desearía tener o momentos que me gustaría vivir. Unos más factibles y cercanos, otros en los que ya llevo muchos años luchando.
Uno de ellos es en una prueba de resistencia que consiste en intentar hacer 100 kilometros a pie antes de 24 horas. Para ello cada dia entrenamos para conseguirlo entre 2 y 5 horas. No es para mi una obligación, disfruto subiendo cada montaña, de cada vista desde lo alto y de la naturaleza. Este hecho me sirve para explicar un hecho que estoy viviendo con alguno de estos objetivos en mi vida.
Normalmente subo muchos senderos sin saber donde llegan, pero esperando que el final compense el duro ascenso y a su vez surjan nuevos caminos y senderos que me permitan seguir descubriendo recorridos. Pero hay veces que vas esforzandote y conforme vas subiendo ves que ese camino no lleva a ningun lado y te encuentras con un cruce de caminos. Uno va hacia arriba, hacia donde tu quieres ir, pero sabes que no lleva a ningun lado. Sin embargo hay otro que va hacia abajo, en principio no quieres ir hacia allí, pero quizas despues de este camino fácil puedas encontrar algo nuevo que haga que coger este camino haya sido la decisión correcta.
Este es el punto en el que no saber escoger el camino correcto nos lleva a desilusiones y a pasar malos momentos en la vida real. Muchas veces seguimos obscecados en algo o incluso en alguien que sabemos que eso no nos lleva a ningún lado, pero aún asi sigues por el camino equivocado. Y sin duda, tan importante es saber luchar y hacer todo lo posible por algo, como a su vez darse cuenta de que ya has hecho todo lo posible, escoger otro objetivo y siempre te quedará la satisfacción de haber hecho todo lo posible. En la vida como en la montaña, escoger un nuevo camino, que aunque no teniamos planificado, surge ante nosotros, es importante. No sabemos a donde nos llevará, pero como mínimo nos hará descubrir algo nuevo, inesperado, que nos abrirá un mundo de nuevos retos y posibilidades.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)